Escondida en el corazón del Périgord Púrpura, Bergerac es una joya del suroeste de Francia, que enamora a los visitantes con su rico patrimonio, sus callejuelas llenas de flores y su amor por el vino.
🌿 Un pueblo con encanto atemporal
Pasear por el casco histórico de Bergerac es viajar en el tiempo: casas de entramado de madera, pequeñas plazas sombreadas, y la imprescindible estatua de Cyrano – personaje legendario asociado a la ciudad, aunque puramente ficticio.
🍷 Una tierra de viñedos
Bergerac es también una parada imprescindible para los amantes de los buenos caldos. La ciudad da nombre a una prestigiosa AOC, y las bodegas de los alrededores ofrecen catas en un entorno bucólico, entre viñedos y ríos.
🚤 El Dordoña como hilo conductor
El río Dordoña bordea la ciudad y ofrece paseos en gabarra, atardeceres inolvidables y actividades al aire libre que encantarán a pequeños y mayores.
🎨 Cultura y arte de vivir
Mercados coloridos, gastronomía local (trufas, foie gras, nueces), galerías de arte y festivales marcan el ritmo de la vida en Bergerac a lo largo del año.
👉 ¿Por qué visitar Bergerac?
Por su atmósfera tranquila, su cálida hospitalidad, y esa dulce mezcla entre naturaleza, cultura y tradición del Suroeste. Un destino ideal para una escapada auténtica.
📍 Bergerac te espera… con una sonrisa (¡y una copa de vino en la mano!)